No me, no me, no me mires

Esta rubia de 22 años circulaba por una carretera de Gales, en Reino Unido. Con su mano derecha se pintaba los ojos. Con su mano izquierda se pintaba los labios. El volante, como no pintaba nada, no lo sujetaba mano alguna. La ha cazado un radar y le ha caído una multa de 291 euros, además de la retirada de 6 de los 12 puntos que tienen los carnés británicos.

Entre sombra aquí y sombra allá, la rubia, filmada en color en un encuadradísimo primer plano policial, descubrió el radar, con el consiguiente gesto de "la he cagado". Reconoció que no está bien maquillarse a la vez el ojo derecho y el labio superior mientras se cirula por una de las carreteras más peligrosas de Gales (40 heridos en tres años, según la prensa local). Pero también se preguntó ¿qué hace la policía espiándome y encima sin maquillar?

Donna Marie (el nombre real de Nancy Conductora) alegó que los radares están diseñados para detectar infracciones de velocidad, y los agentes en ese momento estaban en plena campaña contra el exceso de velocidad. Y ella, como buena conductora que es, circulaba a menos de 50 km/h, cuando el límite en aquel tramo era de 60 km/h. Su ejemplo de prudencia vial no ha convencido al juzgado, y la multa le acaba de llegar a casa.

Otro de sus argumentos es que lo que sucede en el interior de su coche pertenece exclusivamente a su vida privada, y razón no le falta a la chica. Pero si alguien piensa que ahí dentro está libre de las miradas indiscretas de la ley, y no sólo para hablar por el móvil o practicar la rinotelexomanía, que no olvide que las carreteras españolas están sembradas de cámaras de la DGT. Os aseguro que el zoom permite ver casi el color de la sombra de ojos.