14 noviembre 2007

Ya pasó

Se acabaron las vacaciones. Cuatro semanas que escribirán su propia página en el libro de la memoria. Allí se quedan la playa, la escuela de inglés, un montón de gente encantadora y las enseñanzas del reggaetón. De todas sus grandes frases (no olvidemos hermosas y elegantes metáforas como "te di donde te gusta a ti, ahí en el centro, y te dejé con la bala adentro", "cuando me lo agarra yo lo tengo tieso" o "haremos sexo con ropa"), hoy me quedaré con una más popular: lo que pasó, pasó. Y allí quedó. Ahora toca volver al mundo real, en el que sigue pasando de todo.

El espíritu de estas cuatro semanas se traslada a mi fotolog, donde pretendo -sin prometer- ir publicando las fotos de las vacaciones. Gracias por los comentarios de este último mes, los he apreciado mucho.

07 noviembre 2007

In Gold we trust

En nuestro capitulo de prejuicios, hoy analizaremos a la sociedad estadounidense. Y lo haremos partiendo de la vieja premisa que, no por manida es menos cierta, asegura que este pais lo fundaron criminales, prostitutas y herejes con animo de lucro.
Jamas he sentido la estafa tan proxima. Ni siquiera cuando llaman a la puerta esos senores de editoriales conocidas ofreciendo libros desconocidos que ni necesitas y ni siquiera estas viendo, pero que de algun modo te apetece comprar. Los comerciantes estadounidenses de Miami, damas y caballeros, [se abre generalizacion] son gentuza [se cierra generalizacion]. Las unicas excepciones que he encontrado son procedentes de Cuba. De todos los demas, desconfiare siempre.
No se sirvan de argumentos como la influencia del Caribe, la cultura latina ni otras teorias de dudosa base antropologica. Los mayores hijos de puta que me cruzo por aqui hablan americano perfecto y no saben donde esta Australia. O sea, son estadounidenses nativos. Quieren tu pasta, tus billetes verdes, y como todos tienen el mismo tamano (ya va siendo hora de aprender del resto del mundo, amigos de la Reserva Federal), intentan colarte billetes de 1 cuando tienen que dartelos de 5. Ayer, sin ir mas lejos, me colaron uno en una cafeteria.
Por no hablar ya de que siempre se olvidan del cambio, de que los lectores de codigos de barras marcan mas que el precio en las estanterias o de que cada dia el mismo producto cuesta distinto. Por supuesto, los precios raramente se exhiben en Miami. Lo mejor es preguntar y, al igual que un bazar de Tanger, regatear. Marco Polo con las especias era mucho mas honesto. Pero claro, estos Estados Unidos de America fueron fundados por ladrones, senoras bigotudas y ratas con peluquin.
Es bien sabido que aqui te piden propina por todo. Mas que pedirla, te la exigen. Por si no fuera suficientemente vergonzoso cobrarte 20 dolares solo por entrar a un garito (sin copa incluida) y sacarte 11 dolares por cada cubata (en vaso de plastico, lleno de hielo picado y con ron barato y mucha cocacola aguada), los camareros se hacen los graciosos y te piden sin complejos sus dolarcitos de propina. Asi pasa, que en cada bareto de pacotilla hay personal para parar un tren: un camarero cada cuatro o cinco metros, seguridad en cada esquina, guardaespaldas para cada stripper (esto me lo han contado porque yo no voy a locales de strip-tease como el Mansion, en el 1235 de Washington Avenue, un poquito mas lejos que Cameo pero mas cerca que Privee). Y el senor del cuarto de bano, que merece parrafo aparte.
Cobrarte por mear me parece lo mas miserable del mundo, y no creo que tarde en llegar a Espana, media Europa ya lo hace. Aqui hay un tipo en cada retrete que espera a que acabes, te pone jabon liquido en las manos y te lanza sonriendo una toalla como si fuera Tom Cruise en Cocktail. Calcula cuantas veces vas al bano en una noche de marcha, multiplicalo por el aforo y conviertelo en dolares. Es el negocio de la urea, con el que miles de estadounidenses se frotan sus humedas y pestilentes manos.
Pero sigamos con las propinas que, ya que estamos en materia, es pa mear y no echar gota (aun asi tambien pagas). Todo el mundo sabe que si vas a un pais donde siempre se dejan propinas pues se dejan propinas y punto. Hay quien dice que es una senal de atraso, aunque a mi me parece elegante y hasta conveniente, y en Espana las defiendo. Te ha gustado el servicio? Dejas propina. No te ha gustado? Pues no la dejas. Una forma eficaz y transparente de evaluar y motivar al personal de los locales. Pero de ahi a que te la planten en la cuenta como si estuviese regulado por el articulo 123 de la Constitucion hay un abusivo paso de un 17% que no entiende de calidad ni esfuerzo. Las "tips and gratuities" van proporcionales a lo que gastas, aunque al camarero le cueste el mismo trabajo llevarte a la mesa una botella de Boda Real que una cocacola light sin hielo y sin limon.
Y asi podriamos seguir. Ahora mismo tengo en la cabeza al taxista que me trajo del aeropuerto, al tipo de la tienda de gafas de sol, a los dependientes de Foot Lockers, al camarero de Segafredo, al barman de Space, a la de la supuesta barra libre de Mansion y a un monton de hijos de puta que, victimas de su propia historia, recuerdan al mundo que esta republica nacio del vientre de un grupo de buitres, esquimales sin afeitar y una sopa primitiva de bilis y acido urico.

02 noviembre 2007

Crisis

Imaginate que, en plena resaca, despues de haber dormido tres horas, te despierta una sirena antiincendios a trescientos decibelios, estridentes mensajes en lenguas extranas que gritan "evacuen el edificio inmediatamente", sales de la cama y te cruzas con el profesor a cuya clase no has ido, evacuas el edificio en llamas y te encuentras conque fuera hay un huracan y, para rematar, descubres que no solo te sientes zombi sino que ademas lo pareces, porque la noche anterior te acostaste maquillado despues de una excesiva fiesta de Halloween... No, hoy no ha sido un buen dia.
En realidad no habia fuego (ha sido un puto simulacro a las 11 de la manana, quien sabe si en venganza por la escasisima asistencia a clase), la tormenta tropical en Miami ha sido un pedo y afortunadamente me quite la pintura de vampiro antes de acostarme. Pero si no adornara la realidad nadie leeria este blog. Aun asi, el dia no ha sido de los mejores.
En mi tercera entrega de miserias, comienzo apuntando lo dificil que es hacer planes aqui. Escribo a la una y media de la manana tras el intento frustrado de salir al Cameo, uno de los night clubs (suena a puticlub, pero asi llaman aqui a los garitos) a los que solemos ir. Aqui hay mucha gente y dar un paso en grupo cuesta una eternidad. De tanta gente que hay a veces lo que te pide el cuerpo es estar solo, algo que en mi dormitorio, por cierto, es imposible. Y no precisamente porque me lo llene de churris todas las noches. Comparto habitacion con otros tres estudiantes, y dos de ellos jamas salen de ella. Jamas. Ni siquiera hoy con el simulacro. Uno porque siempre esta estudiando, y el otro no se que hace. Pero siempre estan alli, en esa habitacion pequena, desordenada y que huele a internacionalidad poco ventilada. Cuando camino por los pasillos de la residencia escucho musica, risas, fiesta... hay vida en las habitaciones. En la mia no, o al menos no es la vida que conocemos los humanos.
Es por ello por lo que la intimidad la tengo que buscar fuera. Hoy fui solo a la playa, aprovechando un momento en el que el sol volvia a brillar. Era solo un espejismo. Lo divertido que tiene el clima aqui (espero que el chaman me lo explique) es que estas tan tranquilo tomando el sol en la playa y a los tres minutos la arena se te esta incrustando en la piel a 90 km/h, el cielo se vuelve negro como en una pelicula de Disney y sobre tu toalla comienza a caer un aguacero bajo la produccion de Jerry Bruckheimer.
Y estos son solo algunos de los despropositos de este insulso dia. Una pesadilla antes de navidad y despues de Halloween que, por cierto, estuvo bastante bien. La gente se vuelve completamente loca con esta fiesta, que tonteria mas divertida. No puedo colgar fotos porque aqui la caja de los ordenadores esta encerrada con llave, y el precio de los cibercafes es estupidamente caro (8 dolares por hora, maldita sea, cuando hay wi-fi publica hasta en la playa). Quiza un dia de estos pague la dolorosa cantidad para poner algunas fotos. Pero es que por ese precio me compro un Dodge.