24 mayo 2013

Segunda entrevista a Aznar

Tres días después de su muy debatida entrevista en Antena 3, José María Aznar ha concedido otra a Botellón en Las Vegas. Con dos únicas condiciones: sólo ocho preguntas y ninguna sobre las armas de destrucción masiva.

1. ¿Y las armas de destrucción masiva?
Las tiene Rajoy. Las oculta en el semisótano del palacio de la Moncloa, entre un armario zapatero y un botellero de caoba que se abre con un PIN de cuatro dígitos. Fue idea mía.

2. ¿El botellero u ocultar allí las armas?
El botellero.

3. Algunos de sus compañeros han calificado sus recientes declaraciones de "desleales". ¿Qué le pareció la actuación de 'El Sueño de Morfeo' en Eurovisión?
Creo que cumplieron con su responsabilidad, con su conciencia y con su país. Yo no descartaría su regreso a la música.

4. ¿Qué ha pasado con el bigote?
Está imputado por lo de la Gürtel, pero ahora es 'El Barbas'. ¿Le he dicho ya que Silvio Berlusconi está condenado? El Grupo Prisa eso no lo ha contado.

5. ¿Seguro que no?
Bueno, no sé.

6. ¿Cobró usted sobresueldos del Partido Popular?
Sí. Cobré complementos como gastos de representación. Dinero procedente en su mayor parte del erario público.

7. Le acaba de contratar el mayor bufete de abogados del mundo. Murdoch, Endesa, FAES, universidades estadounidenses... ¿Le queda tiempo para su familia?
Paso gran parte del año fuera de España, por lo que podría tributar en el extranjero. Pero pago aquí mis impuestos como cualquier español honrado. Además, pagaba por vivir en la Moncloa, sin contar luz, agua, gas e Internet: un ADSL normalito que se caía bastante.

8. ¿Volverá a la política?
Si me lo pedís, a lo mejor. Si me lo exigís, no creo. Si rezáis por ello, casi seguro. Pero si no os lo merecéis, ya te digo que jamás.



15 mayo 2013

Volver

Ya no recuerda si fue en otoño, invierno o primavera. Tal vez fue en verano cuando todo se fue a la mierda. Aquellas miradas de niño bueno, aquellos sueños de guardián entre el centeno. La primera caricia, el primer beso, el primer polvo en una noche de exceso. El primer grito, la primera hostia, el primer "lo siento" con letra de autopsia. En el fondo le quiero, ya no es tan malo, cuando estamos bien me hace regalos: viajes de ensueño, escapadas sorpresa, un golpe en la cara y me parte las cejas. Ven aquí si tienes huevos, te voy a enseñar lo que valgo. ¿Has leído hoy la prensa? Absuelta de todos los cargos. Tú, en potencia. Yo, en acto. 
  

14 mayo 2013

Confianza en los mercados

Venancio solía ceder el turno a las señoras en la frutería. A veces hasta se atrevía a recomendarles esta o aquella variedad de mandarinas, "mejor que estas de aquí, que son más normales, ¿sabe?". Un chistecito entre clienta y clienta, una moneda de dos céntimos "para que no hurgue más en el monedero, mujer" y Venancio tenía la excusa perfecta para intentar su estrategia favorita: acompañar a alguna vecina hasta su casa con las bolsas en la mano para ver si le invitaba a tomarse el aperitivo.

"¿Vermut?", preguntó doña Hilaria en su salón el martes en que Venancio triunfó en la cola de la pescadería. "No, Hilaria, que me ha dicho el médico que no beba más". "Ah, ¿pero es que bebe mucho usted?". Tutéame, sólo unos chatos con la cuadrilla, estás muy elegante en esa foto con tu nieta y ¡pum! Venancio lo consiguió: aquella educada vecina le estaba abriendo una lata de aceitunas rellenas.

"Me gustan las aceitunas de anchoa", agradecía él desde la mesa camilla. "¡Y a mi marido!", respondió Hilaria desde la cocina mientras vaciaba en el fregadero "el agüilla esta que no sé para qué se la echan". Venancio se sacó el pañuelo. "¿No es usted viuda?"

– "¿Y por qué me hablas de usted?"
–"No sé, mujer, me he puesto nervioso"
–"No seas tonto, soy la mujer de Íñigo, el pescadero" –Venancio no sabía dónde meterse.
–"¿Y no se va a enfadar? Me ha visto salir acompañado de usted"
–"No, hombre, si me ha dicho que eres de confianza"
–"¿Eso te ha dicho? ¿Y qué sabrá él?"

Los dos tortolitos pasaron más de una hora riendo y charlando. Hilaria aprovechó que Venancio era un hombre fornido para pedirle que arreglara un grifo que goteaba, una ventana que se atascaba y esa persiana que no terminaba de bajar del todo. "Y ya que eres más bien alto, pásame este trapo por encima del mueble, que yo no llego". Venancio cumplió con caballerosidad, confiando en que sus favores a Hilaria evitarían cualquier posible afrenta si su amigo pescadero llegaba a molestarse por la visita.

Después de cambiar las pilas al transistor, calzar la temblorosa lavadora y devolver la corriente a un moribundo enchufe, Venancio agarró su chaqueta y se despidió de Hilaria con un beso en la mejilla y la promesa de volver a verla en la pescadería. Al día siguiente, de nuevo en el mercado, saludó a su amigo Íñigo.

–"Muy amable tu mujer", le dijo.
–"¿Qué mujer? ¿Te has vuelto loco, Venancio? Si llevo soltero toda la vida"

Y así es, queridos amigos, como se explica un "préstamo en condiciones muy favorables al Fondo de Rescate Bancario Español". 

12 mayo 2013

Razones para no leer este blog


No sé cómo has caído aquí ni qué andabas buscando, pero en Botellón en Las Vegas no encontrarás alcohol, juego ni prostitución. Las estadísticas dirán que antes de leer esta segunda frase, entre el 80 y el 90% de las visitas ya habrán abandonado la página. Regresarán por donde vinieron a este blog ignorado durante un año y tres meses. Tal vez deberías hacer lo mismo.

Botellón en Las Vegas pretendía ser trinchera contra la insultante mentira de que Eurovegas nos salvará. Soñaba con demostrar con datos y relatos que nos toman por imbéciles. Pero me eché a dormir, otros lo hicieron mejor y desistí. Rendirse es fácil y nada garantiza que no lo vuelva a hacer. Regresa por donde viniste.

Hoy, el gran proyecto de Adelson y Aguirre, apadrinado absurdamente por Ana Botella, cuenta los días para empezar a construirse en Alcorcón (Madrid). Mi indignación en torno a Eurovegas sigue intacta, pero ciudadanos más listos y más tenaces que yo pelean desde hace meses ejemplarmente contra ello. Quizá algún día deberíamos agradecérselo.

Pero este dominio está pagado. Y la tentación de recuperar mi antiguo blog abandonado es intensa algunas noches. Por eso vacío ahora este cajón de las cosas sin hacer para llenarlo de otras nuevas que tampoco serán terminadas. Advertido queda. Prometido, nada.

11 mayo 2013

Sálvate tú



Corre. Déjame aquí. Suelta la pesada bolsa de nuestro pasado y huye antes de que sea tarde. No intentes rescatarme de este agujero porque en la senda de tus aspiraciones hay camino para dos, pero no para mí. Olvida este pozo, olvida este instante y corre hacia adelante. Sálvate tú, que yo me salvaré. Abandona aquí el dolor de haberlo intentado, el pesar de haberlo podido, el rencor de haberlo logrado. Corre y sálvate o será demasiado tarde. Olvida que fuimos felices. Olvida que no te entendí. Olvida que tú a mí sí. Olvida este instante en este pozo y reserva tus cuerdas para los que habrás de esquivar desde hoy. Suelta esa bolsa pesada y déjamela aquí. Porque si al final no me salvo, al menos viviré con sus provisiones.