30 marzo 2008

El momento más feliz de mi vida (y III)

Me prometí a mí mismo no dedicarte más textos en este blog, pero el anuncio de tu boda bien merece una última excepción. Después de todo, nuestra historia no ha sido más que una sucesión de tragicómicas excepciones que, aunque te empeñes, nos han reportado mucho más que tormento. A mí, sin ir más lejos, me ha regalado el momento más feliz de mi vida. Pero es la tuya la que toca plantearse ahora.

No es este el lugar para hablar de algunas cosas. Pero sí es el lugar para entregarte un último deseo. Desde antes de que te fueras hace tres meses supe que no ibas a volver. Ni las lágrimas, ni los proyectos, ni que dejaras en mi coche tus apuntes para que te los devolviera a la vuelta pudieron convencerme. No porque no quisiera creerte, sino porque te conozco mejor de lo que te conoces tú. Sabía lo que iba a pasar, y desde que me despedí de aquella chica preciosa que lloraba medio dormida bajo su frazada negra no se me ha vuelto a escapar una lágrima. Tampoco estás ya entre mis proyectos ni tus apuntes han salido del maletero en el que los dejaste.

Pero eso no quiere decir que no me importes. Ni que cada vez que voy a casa desde la M-30 no mire a esa ventana en la calle Costa Rica por donde se colaba tanto frío. Ni que me haya dejado de gustar esa canción que, dándole la vuelta, me dedicaste después de una de nuestras discusiones en noviembre.

Tampoco quiere decir que estas líneas no las esté escribiendo con la última carilina a mano, por si de repente tiene que demostrar que aún sirve para lo que la compraste hace casi cinco años. Muchas cosas pendientes quedarán para siempre sin hacer, desde aquellas clases de tango en La Boca hasta la decoración de nuestro piso en Madrid. Muchas cosas que te dije no te las repetiré, y otras que no te he dicho quiero que las escuches hoy. Como que tienes el despertar más dulce, divertido y enternecedor que existe. Que tus ganas de reír y, sobre todo, de hacer reír, te distinguen incluso más que ese foco deslumbrante que tus ángeles dirigen hacia ti cada vez que sales de casa. Que ha sido fascinante aprender contigo; intuir en qué momentos no hay que dejarte sola y cuándo no hay que apagarte la luz, acertar al acariciarte el pelo sin que lo pidas y saber cuándo no hay que hacerte caso. Que no tienes ninguna credibilidad en tu papel de fría e implacable abogada, porque esos ojitos infantiles delatan que algo no ha cambiado en esa mujer desde que era un bebé que se abrazaba a un canguro de peluche. Que podrás hundir o salvar multinacionales en los mejores despachos del mundo, pero tu inocencia interminable no cabe en ese traje elegante. Que eres una desordenada (esto sí te lo he dicho, pero quería repetírtelo), y que 27 años no son suficientes para tener las cosas claras.

Algo sí que tenemos claro hoy los dos, y debemos aprovechar esa conjunción astral que ha permitido este inusual fenómeno: mi sitio no está contigo ni tu sitio conmigo. Pero antes de extenderme te había prometido entregarte un deseo, y ese deseo es que no des un paso en falso que te impida llegar al momento más feliz de tu vida, que está aún por llegar. Que no te prives de liberar esas ganas contenidas de vivir intensamente un futuro que puedes conquistar sin apenas proponértelo. Porque lo tienes todo, existes porque tenías que llegar y bendices con tu vitalidad el aire que entra en los pulmones de quienes te conocen. Gracias a Dios he tenido la suerte infinita de ser de los más afortunados. Ahora cada uno dirigimos nuestro viaje, y yo ya sé en qué estación no me debo bajar. Mi deseo es que tú tampoco te bajes ahora en la estación equivocada.




17 comentarios:

Serendipya dijo...

Tengo el corazón cogido en un puño...

Tus emociones hacen florecer mis miedos cuando los había adormecido con engaños...

¿Merece la pena enamorarse en la distancia?... Parece que si...

Belén dijo...

Buf, sin palabras me has dejado...

besos

Anónimo dijo...

Me fascina el modo en que puedes hablar de ello, la manera de asumir las cosas y de llenarte de ellas, de ver lo que hay como espectador, sin dramas innecesarios. Yo no fui capaz de hacerlo así, por eso mi momento feliz ya pasó... habrá otros. Besos admirados.

AccentLess dijo...

Yo no se donde estara el sitio de cada uno, pero que si lee esto, tenia que estar dando palmas con el chichi, eso fijo.

Una vez mas, agradece que yo no sea mujer...

Anónimo dijo...

¿sabes una cosa? que me he reido mucho con el relato de la tortilla que sabe a ceniza

a partir de ahora estaré más atenta a tu página

:)

Anónimo dijo...

Bufff.... Yo también comparto tu deseo... Un abrazo muy fuerte, amigo.

Nacho

Anónimo dijo...

ufff... esto no hay piadina que lo resista. Gracias otra vez, amigo, por estar, por ser, por to be.
tx

Anónimo dijo...

No se que decir... por el momento solo tengo lagrimas.

Un beso

Angie.

La oveja magenta dijo...

No me sentía muy cómoda comentando esta entrada tan sentida. Pero he pensado: qué coño. Así que, aquí estoy, rendida a los pies de quien sabe imprimir a cada palabra un significado inmenso y consigue resumir en unas líneas cargadas de corazón tan grandes sentimientos. "Sentía, sentida, sentimientos". Cómo prescindir de loas distintos derivados de la misma palbra cuando se escribe sobre el sentimiento mismo. Enhorabuena si lo has superado. Paciencia si sigues en el proceso. Y besos, siempre.

Mariel dijo...

Fantastic.

Dos besos. A la manera madrileña.

Anónimo dijo...

Hoy por primera vez pude leer este texto sin llorar, por eso y aunque me de muchisima verguenza hacer esto, voy a aprovechar yo tambien a decirte algunas cosas que nunca te dije...
En primer lugar quiero que sepas que sos una de las mejores personas que conozco y que te quise y te quiero muchisimo (aunque a eso si lo sabes, no?).
Que estuve realmente enamorada de vos, que me enamore de tu talento, tu sensibilidad, tu risa, tus silencios, tus detalles, tu creatividad, tu generosidad, tu acento...
Que pocas veces en mi vida me senti tan especial como me hiciste sentir vos cada vez que estuvimos juntos.
Que obviamente no es cierto que esta relacion "no me hubiera reportado ningun beneficio", y aunque no podria decirte que me regalaste el momento mas feliz de mi vida (realmente no sabría cual fue ese momento), si puedo decirte que me regalaste muchisimos momentos muy felices que siempre voy a guardar en lo mas profundo de mi corazon...
Muchos besos mofletes.

PD: perdon a los lectores de este blog por la cursileria que acaban de leer, sepan entender que lo ultimo que escribí fue un burofax y que mi creatividad empieza y termina al combinar los colores de una camisa con un par de jeans, pero me parecio que era lo suyo contestar por este medio, que en definitiva fue uno de los principales testigos de esta historia. Besos a todos.

PD2 (privada): despues arreglamos mofletes lo que me tenes que pagar por decir esa sarta de bobadas para que consigas una novia nueva.
(era bromaaaaaaaa).

Anónimo dijo...

Casi me haces llorar en el laburo, me costo un poco reconstruir la historia, despues de que volviste aca se fueron a vivir alla? y ahora se fue hace 3 meses y vino para aca (soy de Baires) y ahora se casa?
Lejos de entender bien como es el tema queria felicitarte por tu manera de escribir, no tengo mas que decir, quede totalmente careta... Abrazos desde Argentina, todo pasa...

Anónimo dijo...

Maximus:
pasaba por aquí...

te dejo un beso,
cuídese.

Juanjo Montoliu dijo...

En mi pueblo dicen: hay buenos mimbres para hacer una buena cesta. Es lo que tiene ser de la tierra del esparto.
Lo que quería decir es que tu mejor momento está por llegar.

Mucha suerte.

La oveja magenta dijo...

Es mi cumpleaños y yo aquí, aislada de todo ser humano, con mocos, fiebre y dolor indescriptible de cabeza. Por eso y para compensar un poco este desaliento que me constriñe, felicítame o muere.

Arte_Facto dijo...

alfonso, un beso.
eres grande, lo bastante para no caber en ti.

mua

Anónimo dijo...

HOLA SI ALGUIEN ME DIJIERA QUE PASO CON LA VIDA FELIZ Q TENIA Y EN POCOS DIAS SE TERMINO MI FELIZIDASD