- “Neil, cariño, ¿te encuentras bien?”
Amanda estaba al borde de la desesperación. Su marido llevaba dos meses muy distante, casi ausente. Más o menos desde que regresó de la Luna en una exitosa misión que lo tuvo dos semanas fuera de casa. Como apenas hablaban, las discusiones prácticamente habían desaparecido, algo que Amanda agradeció al principio. Pero la situación se había ido deteriorando y la incomunicación había comenzado a despertar en Amanda la sospecha de que su esposo le estaba ocultando algo.
- “Estoy bien, Amanda. Ya te dije que me duele la cabeza”
Siempre la cabeza. La excusa habitual cuando llegaba de trabajar. Ella siempre tragaba, al fin y al cabo su marido era astronauta, y todo el mundo sabe que eso estresa mucho. Pero ya se estaba cansando de tanta jaqueca.
- “¿Es que en la NASA no hay aspirinas?”
- “Sabes que me hacen daño”
- “Y a mí tu silencio”
Neil tampoco atravesaba su mejor momento. El injusto sufrimiento de su esposa le atormentaba a cada instante, casi tanto como el recuerdo de quien le había robado inesperadamente el corazón. Efectivamente, había otra. Sucedió a cuatrocientos mil kilómetros de casa. Los entrenamientos, el despegue, la puesta en órbita… Neil realizó su trabajo con gran profesionalidad, pero al llegar a la superficie de la Luna sus miradas se cruzaron y Neil se enamoró perdidamente y al instante de aquella hermosa alienígena.
7 comentarios:
Vaya putada, las relaciones a distancia no son buenas, pobre Neil ;)
besicos
Jo tio... cada vez que pones un numero romano entre parentesis, empiezo a salivar.
Te juro que (y esto es una peticion) si algun dia haces un recopilatorio, sere el primero en vender mi alma al diablo para conseguirlo (do it!)
yo voto por la propuesta de AccentLess, ya te dije hace tiempo que este blog deberia pasar a papel en algun momento (si eso pasa me pido maquetarlo!!)
besos y ya la segunda parte que esto promete.
El otro día me acordé de un amigo que acaba de publicar su blog en un libro... ¿te has planteado eso?
Otra cosa, para mi nuevo blog-trabajo de la facultad estuve muy muy muy a punto de llamarte... Me apetecería mucho alguna vez tenerte por ahí, como gran iniciado en el tema...
Un abrazo!
jajajajaja con una lunática, pobre..., besitos alienados
Me ha recordado tremendamente a los cuentos de ciencia ficción de Ray Bradbury. Esto de la luna llena nos está influyendo a todos... un abrazo.
Tenía que haber leído este cacho antes...mi lógica a veces anda por la luna!!
muy buena también la 1ª parte.
Besitos.
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