Intento aprender a olvidarte. Mi asignatura pendiente, mi pasado aún presente, mis ojos marrones en los que el mundo gira al revés mientras arde sin ninguna importancia. Existe alguna manera de obligarme a olvidarte. Hablas como hablaría un arroyo transparente, bailas haciéndote la dura y te dejas desnudar como un perrito asustado. Hueles a vida. Sabes a mis sueños. No sé si quiero olvidarte. Lloro porque no te tengo, lloro porque no quiero tenerte, y cuando te tengo lloro sin querer. Te prometí no olvidarte aunque te olvidara pronto, y tu voz sigue asaltándome cada noche antes de dormir. Intento aprender a no sé qué.
18 abril 2006
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1 comentario:
uys, siempre fuiste un perfecto anfitrión para descolocarme, con lo de la perrita, con ésto, con no sé... Ya sabes que yo me pierdo en tus fantasías tan reales, o en tu realidad tan falsa, sin darme cuenta de que somos eso: fantasía tallada en carne y hueso.
Muy bonito.
nico
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