Pasan los días pero tu recuerdo permanece intacto en mi memoria. Tantas miradas y tantas caricias. No pienso en otra cosa. Y quiero imaginar que tú tampoco puedes pensar en nada más. Allá donde estés, en tu particular parcela del cielo de los animales, siento que me estás mirando. Y que me empujas con tu hocico húmedo para que salga a la calle y pasee por los parques del barrio en busca de nuevos amigos. Sé que tienes razón. Pero te recuerdo tanto que me siento incapaz de nada. A veces toco el piano y me acuerdo de nuestras tardes de primavera. De la alfombra llena de pelos y de la botella de plástico que siempre mordías. Y de nuestro juego del escondite entre el baño y la cocina. Y quiero morirme para estar allí contigo. Perdóname. No quiero sobreponerme. Porque sé que jamás encontraré a otra perrita igual.
15 abril 2006
Te recuerdo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
gracias! están muy graciosas, jeje.
qué bonita perrita
Publicar un comentario