Sin pretenderlo, se había apoderado de varias canciones en unos pocos días. Su visita fue corta pero muy musical... siempre sonaba algún disco. Algunos de los temas más frecuentes en la radio también se habían convertido en los himnos comerciales de su breve compañía. En aquellos momentos supe que ya había diez o doce canciones que no podría volver a escuchar sin dejarme llevar por una melódica corriente de tristeza... Ha pasado casi una semana y hasta esta misma tarde había logrado con más o menos fortuna huir de la melancolía camuflada entre las listas de éxitos.
No he renunciado a seguir escuchando la radio. En el coche, en mi cuarto, en la ducha... siempre tengo una donde paso más de cinco minutos. Pero desde que nos despedimos he tenido el dedo ágil y dispuesto para cambiar convenientemente el dial cuando irrumpía por sorpresa algún nostalgic-hit. No es fácil poner la radio y esquivar una docena de singles de los más vendidos, y menos con lo variada que anda últimamente la radiofórmula.
Ya empezaba a pensar que sería pan comido. Pero la burla ha llegado como por accidente. Sólo he encendido la radio para programar el despertador, y desde la primera nota hasta la última me he tenido que tragar en dolby surround un tema al que había olvidado incluir en mi particular lista negra de recuerdos demasiado buenos. "In My Place" de Coldplay ha rasgado la venda que con sumo cuidado había colocado alrededor de mi memoria más reciente.
En mi sitio. Nuestro sitio. Al compás de la canción se han sucedido en imaginemascope algunos de esos lugares míos, esos lugares nuestros que no diré por lo que no debe saberse. Dulces lugares en los que acamparía eternamente... sólo por una noche. Los instantes fugaces son eternos cuando suena la música en la que se registraron. En mi sitio sólo existe lo que ella y yo creamos, y es para siempre. Lugar indestructible, inconquistable, con un principio y un final entre los cuales no hay más límites que los que ella y yo fijamos. Y allí no entrará nadie jamás.
In my place... In my place... The lines that I can change
11 abril 2006
Sus canciones
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1 comentario:
ay alfonso, qué escalofrío
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