26 enero 2009

Welcome to the Jungle (I)



Era el primer recreo después de Navidad, volvíamos a vernos las caras en el colegio. Las que nos gustaba volver a ver y también las que no tanto. Las vacaciones de invierno no eran como las de verano, que exigían dedicar varios recreos a escuchar las historias de todos. Historias mitad mentira, mitad falsas, de las que sabías que no te podías creer nada pero que intentabas mejorar con tu propia invención. En enero sin embargo no había novedades, salvo los regalos de reyes.

Aquellos eran los años del disgusto, algunos ya habíamos descubierto quiénes eran los reyes magos, pero respetábamos con honor la ingenuidad de los aún indoctos. Protegíamos sus oídos de todos esos cabrones que querían romper la ilusión de los demás sólo porque en aquellas navidades se había frustrado su fantasía anual. Y aquella protección gratuita nos hacía sentir mayores, porque los adelantados intercambiábamos miradas cómplices entre nosotros con las que, de alguna manera, nos decíamos “cuidemos del rebaño”.

Pero aquel rebaño, el nuestro, no era el único entre los chicos del CPJV, el Colegio Público Jungla Verde. Había dos grupos bien diferenciados: los que jugaban al fútbol y los que sabíamos hacer otras cosas. Los primeros se creían los mejores. Llegaban a clase sudando, y siempre alguno con el balón debajo del brazo, como exhibiendo el sello del éxito en su pasaporte y con el que pregonaba que durante aquella media hora chupando bola había sido el que marcó más goles. Luego estábamos los demás, que invertíamos el recreo en otras cosas… Porque había algo de lo que aquellos autoproclamados triunfadores no se habían dado cuenta aún: las chicas no juegan al fútbol.

(continuará...)

8 comentarios:

Clark Kent dijo...

Now that´s a way to start a monday!

Belén dijo...

Por dios, quizá a las chicas no nos gusta el fútbol pero a muchas (no me encuentro entre ellas) si les gusta los futbolistas...:P

Besicos

Anónimo dijo...

Un texto excelente. Esperamos que la segunda entrega no se demore mucho.
Con aprecio.
David Bordwell

juanjo dijo...

yo era del grupo de los demás...aunque si me hubiera dedicado al futbol hubiera tenido más éxito

Jarvisey dijo...

Aquellos que jugaban al fútbol en su mayoría hoy son torneros fresadores, mecánicos y fontaneros, sino policías... Esto sonaría mal hace unos años, pero hoy en día,las tornas han vuelto a dar la vuelta... Ahora, al menos un policía tiene un puesto de trabajo fijo cosa que yo "con carrera" no puedo asegurar... Así que los chulitos del balón que tras el colegio quedaron atrás, vuelven a estar en la cabeza de la vida social...
¿Qué es la vida? Un frenesí... mierda Alf, tengo que hablar contigo, novedades chungas.. ya te contaré...

Ariadna dijo...

Justamente ayer habalba de esto, de esos años salvajes. Yo fui aun colegio de niñas y monjas, pero esa sociedad exclusivamente femenina puede ser terrible!!

por supuesto no nos gustaba el futbol

AccentLess dijo...

El problema es que con el futbol no funcionabamos, y con las niñas menos... :(

Borja Echeverría Echeverría dijo...

Que recuerdos, cualquiera puede ver su infancia reflejada en el texto.
Recuerdo las historias de verano que me contaba un amigo, increibles! Como la de que a sus primos se los habian comido los tiburones jjj.
Nunca he sido bueno al fútbol.