Hace una semana me operaron del hombro derecho, una intervención sencilla para terminar con algunos problemas de los que ya he hablado en alguna ocasión. Ahora me aplico en la recuperación, con el brazo inmovilizado entre telas, gasas y correas de velcro. Como me encanta ser el centro de atención, y más ahora que soy un enfermito, voy a responder a todo aquello que siempre quisiste saber sobre mi operación pero nunca te atreviste a preguntar (entre otras cosas, porque te importa un mojón):
· ¿Te duele?
Gracias por preguntar. No, no duele. A la gente normal sí pero a mí no, nena… No es sólo por mi atípica tolerancia al dolor, es porque considero que en este momento crucial de nuestra historia los tipos duros somos más imprescindibles que nunca. No tomo calmantes, ¿sorprendidos? Mi enfermera sí lo está…
· ¿Cómo fue la operación?
Me atravesaron con unos artilugios para recomponer mi hombro. Tres agujeros, como a Kennedy en el coche. Me privaron de presenciar el espectáculo con anestesia general, más otra local en el hombro. Juraron que despertaría dolorido, pero yo sólo recuerdo que desperté y estaba ella, mi enfermera. “No sé si es por la anestesia, pero yo estoy viendo un ángel”… Se limitó a meterme suero en la vena.
· Si no usas el brazo, ¿cómo cojones estás escribiendo esto?
No se trata de cojones, se trata de mano izquierda. Te sorprendería la habilidad que he desarrollado con ella. Pregúntale a mi enfermera. Y además adapté mi entorno a mi discapacidad temporal: ratón y teclado inalámbricos, un atril de lectura y, desde ayer, un sencillo programa que reconoce la voz y transcribe lo que digo. Sí, este post no lo estoy escribiendo, lo estoy dictando. Se llama “Dragon Naturally Speaking” y es la polla.
· ¿Y cómo vas al baño?
Sabía que me lo ibas a preguntar. Pero no voy a contestar aquí a ese tipo de cosas, igual que no voy a contestar a eso de “qué tres cosas te llevarías a una isla desierta”.
· ¿Qué tres cosas te llevaría esa una isla desierta?
De verdad, no sé para quién hablo… Pues me llevaría mis velcros, mi Dragon Speaking y a mi enfermera.
· ¿Puedo ir a verte?
No sólo puedes. Debes. En este momento crucial de la historia los tipos duros también necesitamos mimos. Mi madre lo está haciendo maravillosamente bien, pero como dice la canción de “Rambo”, ese otro héroe, “it’s a long road when you’re on your own, and it hurts as hell”. Pues eso, mimos. Y ahora en serio, gracias a todos por vuestras visitas, llamadas, mensajes, bombones, chucherías, bizcochos de chocolate, dragones y atenciones en general. No es que recomiende esto, pero con amigos así cualquier coñazo es mucho más llevadero.
05 diciembre 2008
Mi convalecencia - Preguntas Más Frecuentes
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7 comentarios:
YO te iría a ver guapo mio... solo que no se donde! jajajajjajaja
Besicos
hey espero que te recuperes muy pronto y que por lo menos pases la convalencencia lo mejor posible
Un abrazo y cuidate
Estoy un poquito lejos, en Barna, pero si estuviera en los madriles te vendría a ver, aunque sólo fuera porque me he reído un rato leyendo tu entrada, y considerando los días que llevo, es todo un mérito :-)
Mejórate!!! Petonets desde Barna!
Cris
It's a loooooooooong roooooooooooad... qué grande... Dentro de poco piensa que podrás degustar también unos buenos Havanas... Gracias por tu ayuda con el "Torán Naturally Translator", amigo... Un abrazo desde la tierra prometida
Nacho
Menos mal que en los bares te dan los botellines abiertos...
Hombre Alfonso, soy Emilio del San Agustín, no sabía lo de tu hombro. Me alegro que por lo menos todo halla ido bien, espero que te recuperes pronto. Si me decodificas tu ubicación te prometo una breve visita...jejeje..
Un Abrazo.
Genial post! Saludos desde Buenos Aires. ¿Renunciaste a regresar por aquí?
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