Dentro de veinte años, si el asteroide Apophis llegase a chocar contra otro pequeño asteroide que atravesará su órbita, su trayectoria podría desviarse hacia la Tierra, donde impactará con una fuerza devastadora equivalente a la de 40.000 bombas nucleares; existe una posibilidad entre 37 de que esto suceda en el año 2029. En las próximas décadas, el aumento de las temperaturas provocado por la emisión de gases contaminantes a la atmósfera provocará fenómenos meteorológicos extremos, alterará las corrientes de aire y elevará el nivel del mar, con la consiguiente desaparición de las actuales costas; si se cumplen las previsiones, para el año 2100 los océanos habrán crecido entre 100 y 125 metros. Cuando el Sol haya consumido todo el hidrógeno que alberga en su interior y lo haya transformado en helio, la presión será tan grande que su núcleo se contraerá, las capas exteriores se dilatarán y la estrella se expandirá hasta tragarse la Tierra a una temperatura de 100 millones de grados centígrados; esto sucederá, sí o sí, dentro de 5.000 millones de años… Y tú vas ahora y me montas este pollo porque habíamos quedado para comer y he llegado una hora tarde. Cariño, ¿no ves que estás sacando las cosas de quicio?
19 diciembre 2008
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6 comentarios:
Jajaja, si es que la clave está en relativizar las cosas. Eres bueno, me gusta cómo escribes. Espero que te vayas recuperando del hombrito, un beso. Olguitxu.
Bueno, si... pero imagina que el meteorito cae justo en esa hora de espera... te imaginas que horror el morir sin ver esos ojazos? :P
Besicos
xDDD
Me se de una que me ostia como se me ocurra decirle esto...
Lo que no quita que sea cierto!!!
Un abrazo mi pequeño gran apio -con palmadas en el hobro incluidas-
Chico, volví al blog. Y eres mi unico lector del Primer Mundo. Pasate un día de estos...
He soñado contigo chati!!!! jajajaja...
A ver si hablamos o algo no?
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