04 septiembre 2008

Cesare Pavese y un amigo

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

Y a vuestro lado no importaría.


Qué bueno es que existas, Txy

6 comentarios:

Belén dijo...

Y tanto, que exista la esperanze, pero para creer en ella, hay que tener desesperanza no crees?

Besicos

Gouglina dijo...

sin esperanza k hariamos????
algo tenemos k esperar...

Anónimo dijo...

Yo sólo espero que nunca faltéis... con eso tengo suficiente...

tx

Anónimo dijo...

La vida también tiene sus ojos... vida y muerte, dos caras de la misma moneda. Entre ellas, la esperanza de cada día. Un beso.

La oveja magenta dijo...

Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del escándalo y la rutina
De la miseria y los miserables
De las ausencias transitorias
Y las definitivas
Defender la alegría como un principio
Defenderla del pasmo y las pesadillas
De los neutrales y de los neutrones
De las dulces infamias
Y los graves diagnósticos
Defender la alegría como una bandera
Defenderla del rayo y la melancolía
De los ingenuos y de los canallas
De la retórica y los paros cardiacos
De las endemias y las academias
Defender la alegía como un destino
Defenderla del fuego y de los bomberos
De los suicidas y los homicidas
De las vacaciones y del agobio
De la obligación de estar alegres
Defender la alegría como una certeza
Defenderla del óxido y de la roña
De la famosa pátina del tiempo
Del relente y del oportunismo
De los proxenetas de la risa
Defender la alegría como un derecho
Defenderla de dios y del invierno
De las mayúsculas y de la muerte
De los apellidos y las lástimas
Del azar
Y también de la alegría.

Phede dijo...

La esperanza fue lo que quedó en la caja cuando Pandora abrió la tapa y todos los males del mundo salieron. Es muy importante no perderla nunca.