31 julio 2007

GTA Tetuán


No es fácil ser el propietario de esto. Cuando lo conducía mi padre, este coche era un Hyundai Accent plateado y bien atendido. Ahora que lo conduzco yo parece sacado de algún videojuego y, como digo, no es fácil pasear al volante de esta joya. Pero todos portamos nuestra cruz... y yo conduzco mi Hyundai San Andreas. Este es el balance (provisional) de daños:

-Techo: completamente abollado después de que unos desconocidos bailaran sobre él durante una nochevieja en Valencia. Dos días antes el coche había sido dado de baja de su seguro a todo riesgo. Era como si aquello estuviera pronosticando algo grande...

-Puertas traseras: columnas de garaje, no digo más. Tanto la izquierda como la derecha. Antes aparcaba en una plaza estrecha de arquitectura trajana y dormía poco porque trabajaba de noche. No más excusas.

-Aleta delantera izquierda: este me lo hicieron. Aparqué un par de horas junto a mi casa y cuando volví tenía un bollo neoimpresionista. Por supuesto, el autor no dejó nota.

-Parachoques trasero: Denia es la ciudad con los bordillos más altos del mundo.

-Capó: sin duda, mi obra maestra. El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón decidió podar el día en el que empecé a trabajar allí. “Su vehículo ha sido afectado por el árbol”, decía una nota manuscrita de la Policía Municipal sobre el parabrisas de mi recién abollado autito. Un año después en un atasco, un decidido impacto a 10 km/h contra la rueda de repuesto blindada de un portentoso todoterreno hizo el resto. Imposible que colara ya lo de la rama.

Antes de tener coche, cuando veía uno abollado por la calle pensaba “yo sería incapaz de llevar el mío así”. Ahora he aprendido muchas cosas, la primera de ellas es que soy sobradamente capaz de hacerlo. Pero, insisto, no es fácil. Uno no se conoce del todo hasta que empieza a asistir al deterioro chapístico de su coche. Y yo me voy conociendo bastante ya... Creo que nunca podré discutir en igualdad de condiciones con otro conductor cabreado; siento que jamás convenceré a nadie para que se relaje en el asiento y disfrute del trayecto; me temo que a nadie tranquilizará que esté titulado en Conducción Deportiva en el circuito del Jarama. Pero hay algo de lo que estoy absolutamente seguro: nunca me prestaréis vuestro coche.


29 julio 2007

Eclipse lunar de parabólica


El 29 de julio del año 2007, la alineación entre la Luna y una de mis pupilas permitió presenciar un eclipse parcial a las 22:47 horas (20:47 GMT). Durante unos segundos, el juego de órbitas y la inclinación del eje de rotación de la Tierra propiciaron la observación de una extensión superficial equivalente a la de un hemisferio del satélite, oculto parcialmente por una antena parabólica y una cornisa del barrio de Tetuán. Un acontecimiento que sólo se pudo observar desde las coordenadas concretas de latitud y longitud que atraviesan mi terraza, y que no fue seguido por nadie. Habría invitado a los astrónomos de todo el mundo, pero me temo que, como sucede siempre, ya tendrían compañía.

25 julio 2007

Sustancia prohibida

PRESENTACION: textura suave. Gusto dulce y/o picante. Aromática. Talla media, piel tostada. Pelo moreno, largo y lacio. Exquisito gusto en el vestir y elegancia al andar. Ternura en el habla con un marcado acento.

CONSUMO Y EFECTOS: provoca sensación de euforia, bienestar y relajación; saturación de los sentidos, exaltación del estado de ánimo, cuadros alucinatorios; lenguaje incoherente, ilusiones y temblores. Disminución de la capacidad de concentración y persistente alteración del sueño. En contacto con la piel provoca el erizamiento del vello. Puede causar hipertensión, aceleración del ritmo cardíaco, dificultades en la respiración y aumento de la temperatura corporal. El contacto con la lengua dispara la sudoración, disminuye las inhibiciones y puede conducir al colapso hormonal, llegando incluso a la pérdida del conocimiento.

RIESGOS: altamente adictiva, capaz de generar dependencia aguda y síndrome de abstinencia prolongado. Tras varios días sin consumir, los síntomas multiplican su intensidad. Genera debilidad, sensación de fatiga, apatía, dolores de cabeza, irritabilidad, paranoia y confusión. Crea en el consumidor una profunda sensación de inseguridad. Aparecen las crisis de pánico y la depresión del sistema nervioso.

OBSERVACIONES: su consumo, tanto prolongado como esporádico, está altamente desaconsejado.

17 julio 2007

Hasta la mazorca

Afcorn returns. Y si no te gusta tira de la punta.

Diez cosas que (lamentablemente) no haré este verano

- fundar mi propia revista dedicada a las cosas verdaderamente importantes de la vida: el ocio
- alquilar un Corvette en Flagstaff, Arizona, y recorrer la antigua Ruta 66 hasta Los Ángeles
- montar una fiesta en una azotea con música y sofás para celebrar que somos jóvenes y guapos
- cocinar en mi propia casa para todos los que se alegren de que me haya comprado una casa
- comprar mi propia casa. Con cocina, azotea y un garaje para un Corvette. Comprar un Corvette
- terminar esta lista con las cosas que faltan para llegar hasta diez

15 julio 2007

El perdedor

Se despertó con la cara empapada. Era esa vieja sopa que formaba su propio sudor con la mezcla de los perfumes que quedaban impregnados en su almohada. Como cada mañana de domingo. Creyendo vivir al día, ignorando su estúpida condición, incubando soledad. Días atrás había decidido terminar con su juego de los últimos cuatro años. El escondite en un bosque abandonado en las tinieblas, los paseos al borde del acantilado donde rompen las olas de la discordia, las llamadas al timbre de un laberinto repleto de mentiras, de falsas apariencias y de hombres engañados. Jugaba sin brújula y sin red, atado a su confianza. Y no perdió, pero tampoco ganó nada. Y no encontró peor derrota que la que da por finalizada la partida sin concederle un sentido. El juego del vacío, la tumba del ganador. Sin victoria, sin medalla, sin una triste frase que le consolara antes de guardar las fichas y plegar el tablero. No volvería a lanzar los dados. Borró todos sus puntos y escribió una palabra en cada una de sus caras: “señoras”, “señores”, “con”, “ustedes”, “un”, “perdedor”.

11 julio 2007

Paisaje en rosa y jeans

Con pinceladas suaves, el autor ha logrado dibujar un entorno enigmático en el que se apoya el resto de la obra. Tonos pastel, con predominancia del fucsia y otros colores cálidos, otorgan al conjunto un equilibrio compositivo que integra las líneas abruptas de la parte superior y difumina los trazos marcados del primer plano, otorgando al resultado final una perfección casi inigualable. Pueden continuar la visita a su derecha, aunque comprendo que quieran quedarse eternamente contemplando este paisaje...

06 julio 2007

Maximus Reloaded

Vuelvo a tener Internet después de un año. Bueno, en realidad creo que sólo han sido dos semanas, pero se me han hecho más largas que la Semana Fantástica del Cortinglés (que también dura un huevo y de fantástica no tiene nada... por no hablar de los "Ocho días de oro", que tampoco sé cuántos son, pero no son ocho ni de coña).

Debido a un repentino y aún desconocido problema, mi PC se fue a tomar por culo y yo, que de informático tengo lo mismo que de astronauta, me fui con él. Han sido dos semanas en el abismo, temiendo que algún virus, el propio Windows XP (creo que compré la versión "Al Qaeda Edition") o el inevitable formateo que asomaba por el horizonte, enviaran al agujero negro del binario todas mis fotos y demás tontás que tengo en el ordenador.

Finalmente no ha sido tan grave. Los ceporros de PC City me ayudaron por teléfono (y los llamo ceporros porque insultarles va incluido en el dinero que pagué por su torpe servicio "Pc Clinic") y ahora, gracias a Dios (sólo en un 0,10%) todo vuelve a funcionar. Pero hay que ver lo vendido que se siente uno cuando le falla algo tan frío, inerte y asquerosamente material como la puta computadora.

No hay duda de que la humanidad se está cavando su propia tumba. Mucho se ha escrito sobre la rebelión de las máquinas y la derrota del hombre. Y ya sabemos que perderemos esa batalla. Mi generación lo sabe gracias a "Matrix" o "Terminator", la de mis padres gracias a "2001: odisea en el espacio"... Está claro que la hemos cagado. Bill Gates y toda esa panda nos han metido en esto hasta el cuello y cuando necesitemos salir ellos ya no estarán aquí. Habrán huido con todo su caché a un planeta de doble núcleo, donde escribirán sus memorias RAM y destruirán todos los archivos de sistema, que por cierto nunca supe distinguirlos de los normales. Pero al contrario de lo que nos ha contado la ciencia-ficción, para que llegue el fin de la humanidad no hará falta que las máquinas se rebelen. Bastará con que se jodan un par de ellas a la vez.

Nuestro mundo gira hoy en torno a un aparato innecesario hace veinticinco años y que hoy hemos convertido en imprescindible. Y lo peor es que me gusta. No quiero recordar cómo era la vida antes de Google (si es que la había) y espero que si, de pronto, surge un revolucionario que pretenda desvincular a nuestra sociedad de los ordenadores, venga un gran Transformer y lo aplaste contra el suelo. Porque esta es la esencia de la condición humana: hacer el gilipollas. Sólo así podemos explicarnos el cambio climático, el armamento nuclear o la foto de abajo. Somos humanos: somos gilipollas. Pero lo somos con un convencimiento tal que nos vemos dignificados. Y que así sea, por los siglos de los siglos.