08 abril 2007

Domingo de resurrección

Pasión y muerte si es preciso. Préstame tu pelo y cierra los ojos. Deja que mis manos te digan lo que no me atrevo a pronunciar. No digas nada, sólo cierra los ojos, tumbada en el sofá. Déjate acariciar, olvida la razón, es cuestión de fe. Yo la estoy perdiendo, ayúdame a creer de nuevo en mí. Siente las cosquillas, apoya tu cabeza y no abras los ojos. Dichoso yo, que creo sin haber visto este sueño prohibido que ojalá compartas algún día. No apagues la tele, no me molesta. Bajemos el volumen y subamos la temperatura. Mi mano comenzará a confesar lo que jamás me atreveré a decirte. Sí, es a ti. Sé que no debes, perdóname las consecuencias. Sólo por esta noche, pasión y muerte, y mañana Dios dirá. Te prometo que despertarás con un abrazo. Te desearé un feliz domingo, y tu olor bendito me hará desear también un lunes de resurrección.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres eterno.
You Palmer. Me Bauer.