20 marzo 2009

Superficie útil

Los repartidores subieron los muebles uno a uno hasta la nueva casa de Andrés. Ya había decidido dónde iría cada uno de ellos, así que no tuvo más que guiar a los empleados. La cafetera exprés la colocaron en el dormitorio, porque lo primero que hace Andrés nada más levantarse es tomarse un café, y no tiene demasiado tiempo entre que suena el despertador y se va a al trabajo como para desperdiciarlo en paseos a la cocina. Allí, en la cocina, mandó colocar el televisor, porque es mientras se prepara las tostadas cuando puede ver las noticias antes de salir corriendo a la redacción de su periódico. Si puede ir adelantando algo de trabajo, lo escribe en su ordenador, cuya mesa ordenó instalar justo enfrente del retrete. Allí es donde se le ocurren las mejores ideas, así que sería una lástima no poder escribirlas antes de que desaparezcan junto con todo lo demás al tirar de la cadena. Entre ese escritorio y la ducha decidió poner el armario, porque si algo odia Andrés es atravesar desnudo la casa a las siete de la mañana… Y así, poco a poco, el joven periodista fue configurando la casa a su gusto, satisfecho por todo el tiempo que ahorraría en su rutina diaria.

Pero uno de los repartidores no pudo resistirse. Nunca había montado una cocina con sofá, un dormitorio con fregadero y un baño con impresora, así que, en un arrebato de curiosidad, le lanzó la pregunta:

– “Disculpe, señor. ¿Y en este cuartito no va a poner nada?”, dijo señalando el espacio que tal vez algún arquitecto concibió como el aseo.
– “No, en el salón no”, respondió. “Será mi cuarto de descanso”.

14 comentarios:

Maximus dijo...


Creo que algo falla cuando nos pasamos trece horas fuera de casa para pagar esa misma casa. Los atascos de camino al trabajo son un clásico, ¿pero qué pasa con el atasco mental? Ha llegado el momento de llamar a la rebelión desde la república independiente de nuestra casa.

María Martín Calvo dijo...

Yo paso todos los días 12 horas fuera de casa y ni la miro, tan sólo pienso en mi cama y en mi tele, que me canta para dormirme... triste, pero cierto...

Besos Nazaríes.

Anónimo dijo...

Es usted un oráculo.
Bueno, no tanto.
Es usted un culo.
Un culo con más razón que un santo.

Belén dijo...

Por dios, que horror... ya verás cuando ese chico tenga hijos...;)

Besicos, hermoso

Ariadna dijo...

Muy bueno y muy terrible. Yo tuve una casa tan pequeña que desde el baño podías freir las patatas. Si lo piensas bien no sé porque hoy en día necesito una casa más grande si soloe stoy en ella para dormir y ducharme

Besitos

Anónimo dijo...

Superficie inutil,Superficie superficial.

Lo importante es el contenido, no el continente, el bicho/os que habite/en en el nido.

Un beso tron, gracias por deleitarme con tus siempre ocurrentes textos. Me das mucha vidilla.

AccentLess dijo...

Me encanta... pero el unico camino a esa rebelion es... es... no hay rebelion posible.

Gouglina dijo...

pues a saber k cortinas va a utilizar ahora para combinar todo...
jajajaj

Arte_Facto dijo...

Le voy a enseñar esto a mis profesores de proyectos, a ver qué les parece, jaja.

Desde luego, muchos arquitectos olvidan la secuencia de uso de una vivienda en pro del ganar espacio con una distribución muchas veces ilógica.

Un beso Alf!

Laura M Fdez. dijo...

La de cosas que diría y hago o por lo menos intento hacer al respecto, otra asignatura pendiente: vivir más y vivir con menos. Muy de acuerdo en lo del bicho que dicen por ahí.
Bs

Maximus dijo...

Es que la tele es fundamental, Lía. ¡Mueble indispensable, junto con la cama! A ver cuándo inventan un colchón-pantalla.

Blogjob, para culo el tuyo. Creo que te veré esta noche, espero que por una vez te comportes, que no gano para disgustos.

Para hijos está, Belén, si el pobre por no tener no tiene ni casa... Esa es otra, luego nace un niño y todo lo diseñado se va a tomar por saco.

A veces me planteo lo mismo, Ariadna, ¿para qué buscar piso si a efectos prácticos bastaría con un colchón en el coche, aparcado cerquita del trabajo?

Anónimo de mi sangre, no creas que no estoy de acuerdo. Lo importante es el contenido. Se me hace bastante raro buscar un continente distinto a estas cuatro paredes empapeladas de blanco en las que he pasado tantas horas, y la mayoría de ellas compartidas contigo. Lo importante es el bicho... y los recuerdos. Te quiero, hermano.

Accentless, no podemos rendirnos. Cuando sea presidente impondré mi propia ley de horas extras: uno fichará en el momento en el que sale de casa. Si la jornada de trabajo son ocho horas, entonces el tiempo que se pase fuera no podrá exceder de las 16 diarias. Todo lo que sea excederlas se compensará con días libres. Coño ya.

Pues eso no lo había pensado, Gougly, aunque me da a mí que este pobrecillo no va a ver mucho el sol en su nueva casa, así que igual se las puede ahorrar...

Arte_Facto, podrías empezar por preguntarles quién les ha dicho que absolutamente todo el mundo quiere tener el horno en el salón, porque chica, no hay casa que vea que no tenga la mal llamada "cocina americana". Que yo sepa, ningún americano abogó por ocupar una de las paredes de un salón de nueve metros cuadrados con un fregadero, una nevera y un lavavajillas. Si tienes suerte, esas casas tienen la lavadora en el baño. Yo flipo. Dentro de poco llamaremos a la mierda "mierda americana" y entonces nos parecerá maravillosa.

Y si puede ser, Laura, vivir más y vivir con más. Puestos a pedir...

Juanjo Montoliu dijo...

Una casa pensada con la cabeza, sí señor.

eltercero dijo...

Diseño de interiores de ensueño, diseño de ensueños interiores, diseño?

Anónimo dijo...

AMO ESTE ESCRITO TUYO!
BRAVISIMO!
Me acuerdo de el muy a menudo!
Eres grande y genuino!
Elena San Martin