13 mayo 2008

Revisión gratuita (I)


- “Coloque aquí la nariz y mire a través de las lentes”

Soy incapaz de imaginar cómo funcionan los cacharros de las ópticas. Son grandes, mecánicos y llevan treinta años sin evolucionar, pero te dicen cuánta miopía tienes. Por eso siempre me he fiado de los ópticos. En mi caso, de la óptica. La doctora Krampf-Dickson, la de toda la vida, que con ese acento y ese aspecto bien podría trabajar en un salón de sado-maso.

- “Mire fijamente luz verde”
- “Vale”
- “Qué imagen ve mejor, ¿izquierda o derrecha?”
- “La izquierda”
- “¿Y ahora?”
- “La izquierda también”
- “¿Y ahora?”
- “No sé… la derecha”
- “¿No sabe? Qué ve mejor, ¿izquierda o derrecha?”
- “Derecha, derecha”

Entre la mala leche y esa bata blanca en combinación con todo el surtido de aparatos expuestos sobre la mesa, me daba la sensación de que la doctora me iba a sacar los ojos en cualquier momento.

- “Ha perdido vista. Media dioptría en ojo derrecho y algo más en izquierdo”
- “Vaya…”
- “Ahora verremos astigmatismo”
- “Muy bien”

La doctora colocó sobre mi cara otro cacharro de esos, pero portátil, del tamaño de un libro. Lo sujetaba con la mano. A un lado, mis ojos miraban a través de dos agujeros. Ella miraba por el otro extremo.

- “Mire luz roja”
- “…Es amarilla”
- “Usted mire luz”

La doctora tocaba algo que enfocaba y desenfocaba unas imágenes en blanco y negro. Yo miraba fijamente un punto de luz amarilla. Reparé en lo absurdo de la escena: aquella alemana psicóptica y yo estábamos a un palmo de distancia, observando un dibujo desenfocado, y empecé a sentir su aliento en mi cara.

- “¿Ha oído hablar de optografías?”
- “¿Ortografía?”
- “No, optografías. Con ‘P’ de prisionerro

La doctora Krampf-Dickson estaba empezando a acojonarme. Con la puerta cerrada, tanta máquina rara y esas medias de rejilla cercando mis piernas, no sabía si saldría vivo de esa sala o si al final no iba a tener prisa por salir…

- “Optografías son imágenes que capta retina humana”
- “Ah… no lo había oído nunca…”
- “Ojo humano graba imágenes, como cámara de televisión. Y permanecen en retina como impresora”
- “Qué interesante”
- “Mucho. Y muy desconocido. Criminología no sabe que optografías dicen quién ha cometido asesinato, porque última imagen permanece en retina humana…”

La situación se arrimaba a la peor de las opciones. Más de veinte años como cliente de la óptica del barrio y por media diptría de mierda mi vida empezaba a pasar ante mis ojos desenfocada y en blanco y negro.


(continuará...)


6 comentarios:

Juanjo Montoliu dijo...

Tengo la mentalidad estúpida, influida sin duda por Agatha Christie, de la búsqueda del móvil del crimen.
Aquí el asesinato se huele, pero me temo que sólo quedará un puntito amarillo en la retina del fiambre. Y a uno le jode no saber por qué.

Imagino que la continuación echará por tierra mis absurdas teorías.

AccentLess dijo...

Me encanta la imagen de la optica alemana dominatrix hablando de crimenes con un potencial sacaojos...

Ya estoy en vilo otra vez...

Serendipya dijo...

:) No puedo evitar imaginarme la escena con mi amiga Susana como óptica... :)

Me has dejado intrigada :D

Espero que no se haga de rogar la segunda parte¡¡¡¡

Besotes :D

Belén dijo...

Me has recordado peligrosamente a mi cuando me detectaron la miopía!!! jo que flash...

besicos

Gouglina dijo...

no he podido evitar engancharme a la historia... jejeje
a traves de un enlace he llegado aki... y tenia razon ese enlace en lo de "buenos textos"...
y mira k muchas veces me ha dicho serendypia k este blog estaba muy bien...
jejej

un saludo

Anónimo dijo...

¿Pero cómo lo dejas aquí? Con lo interesante que está... mañana vuelvo. Besos.