22 septiembre 2009

El político

– “Tengo que cambiar las cosas”, decía José Manuel mientras se anudaba la corbata el día en el que decidió meterse en el partido.

– “Al menos hay que intentarlo”, decía José Manuel mientras se anudaba la corbata y repasaba los últimos párrafos de su discurso, el día en el que fue nombrado candidato a las elecciones después de liquidar en los pasillos a sus compañeros rivales.

– “Crear ilusiones también es importante”, decía José Manuel mientras se anudaba la corbata, repasaba los últimos párrafos de su discurso y consultaba la agenda con su asistente, el día en el que se cerraba una campaña llena de promesas que él mismo sabía que no podría cumplir.

– “Las cosas son como son y hay que ser realistas”, decía José Manuel mientras se anudaba la corbata, repasaba los últimos párrafos de su discurso, consultaba la agenda con su asistente y persuadía por teléfono a varios tipos influyentes para que apoyaran sus decisiones a cambio de futuros favores, el día en el que juró su cargo como presidente tras convencer a otros partidos rivales para que apoyaran su investidura.

– “El partido es el partido y yo solo no puedo”, decía José Manuel mientras se anudaba la corbata, repasaba los últimos párrafos de su discurso, consultaba la agenda con su asistente, persuadía por teléfono a varios tipos influyentes para que apoyaran sus decisiones a cambio de futuros favores y trazaba las líneas a seguir para ocultar algunas medidas que unos meses atrás ni se le habrían pasado por la cabeza, el día en el que decidió presentarse a un segundo mandato.

– “De alguna manera hay que ganarse la vida”, empezó a decir José Manuel cada mañana cuando se miraba al espejo.

3 comentarios:

Belén dijo...

Jo que si, pero hijo mío... que duro es a veces ser corrupto...

Besicos

Laura M Fdez. dijo...

Supongo que las buenas intenciones tienden a esfumarse en cuanto el poder y la buena vida asoman... Qué estupendos actores son algunos políticos que se creen su papel incluso cuando se miran a un espejo, imagino que termina siendo deformación profesional.

Jarvisey dijo...

Yo creo que si al mirarte en el espejo ves un traje de Milano todo es mucho mejor.. si es gratis ni te cuento