30 mayo 2008

Revisión gratuita (III)


(continuación de Revisión gratuita I y II)


- “¿Qué ve ahorra?”
- “El mismo dibujo del gato”
- “¿El gato dormido en blanco y negro?”
- “Sí. Y una luz amarilla en el centro”
- “Yo veo lo mismo”
- “¿Pero no me ha dicho que usted ve mis ojos?”
- “Exacto. Y veo a un gato dormido. En blanco y negro. Le veo a usted, señor Martínez, durmiendo mientrras el mundo se le escapa”

- “¿Qué me quiere decir?”
- “Mire luz roja”
- “Es amarilla”
- “Ay, señor Martínez… usted cree que por ser miope de cerca ve perfectamente”

La doctora retiró el aparato de mis ojos. Pero ella no se movió. Seguía sentada frente a mí, mirándome a escasos quince centímetros y rozándome con sus rodillas.

- “Mire luz roja, señor Martínez”
- “Doctora… lo único que veo es a usted”

La doctora Krampf-Dickson se levantó de su silla, tiró levemente de su bata y se sentó sobre mis piernas. De frente, con sus brazos sobre mis hombros. Ya no temía que quisiera matarme, pero eso no significa que estuviera más tranquilo.

- “Ha perdido vista, señor Martínez”
- “Sí, media dioptría en el derecho y un poco más en el izquierdo…”
- “Mucho más”
- “¿Cómo lo sabe?”
- “Ve usted desenfocado. En blanco y negro. Todo está en sus ojos, señor Martínez. Veo a un hombre triste, asustado ante lo que no quierre ver. Es usted gato dormido, prisionerro de imágenes del pasado”
- “¿Todo eso lo ve en mis ojos?”
- “Retina humana graba como cámara de televisión. Querrido señor Martínez, tiene usted ojos de un muerto. Con optografías. Veo última imagen, veo mujer, y veo mujerres idealizadas. Dibujos absurdos en blanco y negro, desenfocados…”

Yo había ido a la óptica, no al psicoanalista ni a un salón de sado-maso. Sólo quería revisarme la vista, pero por el mismo precio me estaban revisando la cabeza y parece que algo más… Tal y como me estaban describiendo mis ojos, decidí mirar mejor con las manos y comencé a acariciar las medias de rejilla de la doctora Krampf-Dickson.

- “¿Ahorra sí ve luz roja, señor Martínez?”
- “Ahora sí…”
- “Puede elegir entre ojos de muerto, con optografía grabada, mirar dibujos absurdos desenfocados en blanco y negro. O puede elegir mirar vida en color”

Mi doctora y yo nos rozábamos los labios. Frente a aquella cegadora luz roja tomé una decisión sobre qué hacer con mi vista.

- “Definitivamente, doctora, prefiero en color”
- “Buena elección, señor Martínez… Le recuerrdo que esta revisión es gratuita”


Fin


11 comentarios:

dintel dijo...

La próxima vez que vaya a la oculista, tengo que poner en práctica lo de la luz roja, a ver si mi visita es totalmente gratuita... ;)

perla dijo...

sencillamente genial.

Serendipya dijo...

Ejem... que digo yo... ¿Me puedes facilitar el telefono y la dirección? Seguro qeu tiene algún compañero masculino... :D

Muy bueno :D

Besucos

Belén dijo...

Fin????????

YO QUIERO SABER QUÉ ES LO QUE PASA!

jajajajajajjajaj!!!!!

Definitivamente, en color ;)

Besicos

Anónimo dijo...

Le acabas de dar un toque sexual a mi profesion. Cuando venga la gente a graduarse voy a tener que averiguar con que clase de expectativas llegan al gabinete.
Ya era bastante complicado tratar con los clientes como para sumarle ahora esto ja, ja¡¡
muy bueno¡¡¡¡¡¡¡¡

Gouglina dijo...

tiene razon Susana... a partir de ahora se pondra a temblar cada vezk le llegue un cliente y le diga k ve una luz roja... jejejej

la verdad es k esperaba ya el final... k nos habias dejado en ascuas...
muy bueno...

AccentLess dijo...

Estoy con belen... falta la cuarta parte, el rollito dominatrix, con las medias de rejilla, y grfsss...

es coña, es coña... como siempre: enorme!

Juanjo Montoliu dijo...

Así que ahí estaba la luz roja. Y yo sin verla.
Aunque me inclinaba más por el final trágico, me ha gustado este final tan colorido.

Anónimo dijo...

Hombreeee, ya nos regalaste el final del relato. Y vaya final... en cinemascope y tecnicolor. Besos.

Serendipya dijo...

Me encanta tu blog... que lo sepas... :D

Luna Carmesi dijo...

Vale de acuerdo... Fin.

Fin de la primera parte. Claro!

:-D