23 junio 2014

Todo está escrito

Puedo defender la teoría del destino. La que anula la capacidad de influir en la historia, en nuestra propia vida, en el café que esta tarde tú y yo vamos a tomar. Puedo creer que Dios haya contado los cabellos de nuestra cabeza y sepa exactamente en qué instante cada uno de ellos perecerá. Puedo confiar en que nada exista fuera de la predictibilidad. En que ya en la hora prima quedó establecido cada giro del motor de la causalidad. Puedo sentarme a esperar hasta que suceda el futuro conocido, el presente previsto, el ya definido pasado que aún está por llegar. Puedo creer todo eso, pero tú no eres destino. Tú eres mi azar.

Puedes pensar que riges tus pasos sin saber adónde vas. Puedes creer que nada está escrito, que todo surge sin previo aviso, que no hay más ley natural que la que te puedas saltar. Puedes vivir en la inopia, expectante a las sorpresas que brotan sin más. Puedes decir que el imprevisto es la única fuente de la casualidad. Puedes pensar tu futuro sin mí. Pero no lo podrás cambiar.

Porque todo está escrito en un libro imposible que empecé por el final. En él arranca la historia que Dios olvidó imaginar. Las horas de causa-efecto en las que cualquier cabello acaba en el suelo sin avisar. El destino sin programar, la duda del qué ocurrirá, el porvenir que al psicoanálisis se le cayó del diván. Ese libro sin letras lo escribimos a la par. Tú y yo, norma y albedrío, guión y libertad. Da igual en lo que creas, firmé la posteridad. Tu café, ¿solo o con leche? En eso no puedo mandar.

24 mayo 2013

Segunda entrevista a Aznar

Tres días después de su muy debatida entrevista en Antena 3, José María Aznar ha concedido otra a Botellón en Las Vegas. Con dos únicas condiciones: sólo ocho preguntas y ninguna sobre las armas de destrucción masiva.

1. ¿Y las armas de destrucción masiva?
Las tiene Rajoy. Las oculta en el semisótano del palacio de la Moncloa, entre un armario zapatero y un botellero de caoba que se abre con un PIN de cuatro dígitos. Fue idea mía.

2. ¿El botellero u ocultar allí las armas?
El botellero.

3. Algunos de sus compañeros han calificado sus recientes declaraciones de "desleales". ¿Qué le pareció la actuación de 'El Sueño de Morfeo' en Eurovisión?
Creo que cumplieron con su responsabilidad, con su conciencia y con su país. Yo no descartaría su regreso a la música.

4. ¿Qué ha pasado con el bigote?
Está imputado por lo de la Gürtel, pero ahora es 'El Barbas'. ¿Le he dicho ya que Silvio Berlusconi está condenado? El Grupo Prisa eso no lo ha contado.

5. ¿Seguro que no?
Bueno, no sé.

6. ¿Cobró usted sobresueldos del Partido Popular?
Sí. Cobré complementos como gastos de representación. Dinero procedente en su mayor parte del erario público.

7. Le acaba de contratar el mayor bufete de abogados del mundo. Murdoch, Endesa, FAES, universidades estadounidenses... ¿Le queda tiempo para su familia?
Paso gran parte del año fuera de España, por lo que podría tributar en el extranjero. Pero pago aquí mis impuestos como cualquier español honrado. Además, pagaba por vivir en la Moncloa, sin contar luz, agua, gas e Internet: un ADSL normalito que se caía bastante.

8. ¿Volverá a la política?
Si me lo pedís, a lo mejor. Si me lo exigís, no creo. Si rezáis por ello, casi seguro. Pero si no os lo merecéis, ya te digo que jamás.



15 mayo 2013

Volver

Ya no recuerda si fue en otoño, invierno o primavera. Tal vez fue en verano cuando todo se fue a la mierda. Aquellas miradas de niño bueno, aquellos sueños de guardián entre el centeno. La primera caricia, el primer beso, el primer polvo en una noche de exceso. El primer grito, la primera hostia, el primer "lo siento" con letra de autopsia. En el fondo le quiero, ya no es tan malo, cuando estamos bien me hace regalos: viajes de ensueño, escapadas sorpresa, un golpe en la cara y me parte las cejas. Ven aquí si tienes huevos, te voy a enseñar lo que valgo. ¿Has leído hoy la prensa? Absuelta de todos los cargos. Tú, en potencia. Yo, en acto. 
  

14 mayo 2013

Confianza en los mercados

Venancio solía ceder el turno a las señoras en la frutería. A veces hasta se atrevía a recomendarles esta o aquella variedad de mandarinas, "mejor que estas de aquí, que son más normales, ¿sabe?". Un chistecito entre clienta y clienta, una moneda de dos céntimos "para que no hurgue más en el monedero, mujer" y Venancio tenía la excusa perfecta para intentar su estrategia favorita: acompañar a alguna vecina hasta su casa con las bolsas en la mano para ver si le invitaba a tomarse el aperitivo.

"¿Vermut?", preguntó doña Hilaria en su salón el martes en que Venancio triunfó en la cola de la pescadería. "No, Hilaria, que me ha dicho el médico que no beba más". "Ah, ¿pero es que bebe mucho usted?". Tutéame, sólo unos chatos con la cuadrilla, estás muy elegante en esa foto con tu nieta y ¡pum! Venancio lo consiguió: aquella educada vecina le estaba abriendo una lata de aceitunas rellenas.

"Me gustan las aceitunas de anchoa", agradecía él desde la mesa camilla. "¡Y a mi marido!", respondió Hilaria desde la cocina mientras vaciaba en el fregadero "el agüilla esta que no sé para qué se la echan". Venancio se sacó el pañuelo. "¿No es usted viuda?"

– "¿Y por qué me hablas de usted?"
–"No sé, mujer, me he puesto nervioso"
–"No seas tonto, soy la mujer de Íñigo, el pescadero" –Venancio no sabía dónde meterse.
–"¿Y no se va a enfadar? Me ha visto salir acompañado de usted"
–"No, hombre, si me ha dicho que eres de confianza"
–"¿Eso te ha dicho? ¿Y qué sabrá él?"

Los dos tortolitos pasaron más de una hora riendo y charlando. Hilaria aprovechó que Venancio era un hombre fornido para pedirle que arreglara un grifo que goteaba, una ventana que se atascaba y esa persiana que no terminaba de bajar del todo. "Y ya que eres más bien alto, pásame este trapo por encima del mueble, que yo no llego". Venancio cumplió con caballerosidad, confiando en que sus favores a Hilaria evitarían cualquier posible afrenta si su amigo pescadero llegaba a molestarse por la visita.

Después de cambiar las pilas al transistor, calzar la temblorosa lavadora y devolver la corriente a un moribundo enchufe, Venancio agarró su chaqueta y se despidió de Hilaria con un beso en la mejilla y la promesa de volver a verla en la pescadería. Al día siguiente, de nuevo en el mercado, saludó a su amigo Íñigo.

–"Muy amable tu mujer", le dijo.
–"¿Qué mujer? ¿Te has vuelto loco, Venancio? Si llevo soltero toda la vida"

Y así es, queridos amigos, como se explica un "préstamo en condiciones muy favorables al Fondo de Rescate Bancario Español". 

12 mayo 2013

Razones para no leer este blog


No sé cómo has caído aquí ni qué andabas buscando, pero en Botellón en Las Vegas no encontrarás alcohol, juego ni prostitución. Las estadísticas dirán que antes de leer esta segunda frase, entre el 80 y el 90% de las visitas ya habrán abandonado la página. Regresarán por donde vinieron a este blog ignorado durante un año y tres meses. Tal vez deberías hacer lo mismo.

Botellón en Las Vegas pretendía ser trinchera contra la insultante mentira de que Eurovegas nos salvará. Soñaba con demostrar con datos y relatos que nos toman por imbéciles. Pero me eché a dormir, otros lo hicieron mejor y desistí. Rendirse es fácil y nada garantiza que no lo vuelva a hacer. Regresa por donde viniste.

Hoy, el gran proyecto de Adelson y Aguirre, apadrinado absurdamente por Ana Botella, cuenta los días para empezar a construirse en Alcorcón (Madrid). Mi indignación en torno a Eurovegas sigue intacta, pero ciudadanos más listos y más tenaces que yo pelean desde hace meses ejemplarmente contra ello. Quizá algún día deberíamos agradecérselo.

Pero este dominio está pagado. Y la tentación de recuperar mi antiguo blog abandonado es intensa algunas noches. Por eso vacío ahora este cajón de las cosas sin hacer para llenarlo de otras nuevas que tampoco serán terminadas. Advertido queda. Prometido, nada.

11 mayo 2013

Sálvate tú



Corre. Déjame aquí. Suelta la pesada bolsa de nuestro pasado y huye antes de que sea tarde. No intentes rescatarme de este agujero porque en la senda de tus aspiraciones hay camino para dos, pero no para mí. Olvida este pozo, olvida este instante y corre hacia adelante. Sálvate tú, que yo me salvaré. Abandona aquí el dolor de haberlo intentado, el pesar de haberlo podido, el rencor de haberlo logrado. Corre y sálvate o será demasiado tarde. Olvida que fuimos felices. Olvida que no te entendí. Olvida que tú a mí sí. Olvida este instante en este pozo y reserva tus cuerdas para los que habrás de esquivar desde hoy. Suelta esa bolsa pesada y déjamela aquí. Porque si al final no me salvo, al menos viviré con sus provisiones. 

22 febrero 2012

Donde todos veían el desierto, ella vio Las Vegas


Ducky Duke caminaba solo en medio de la adversidad. Sin trabajo, sin dinero, sin esperanza, con hipoteca. La ilusión de los años locos se había ido marchitando letra a letra, contrato tras contrato, sacudida por una implacable tormenta procedente de alguna parte que no lograba averiguar. "Todo está mal". La frase resonaba frecuentemente en su cabeza, entre las notas perennes de aquel tema country que hacía más llevaderas las dificultades: Louisiana woman, Mississippi man, su analgésico contra la depresión.
Subió a la colina y oteó el horizonte: la ciudad parecía dormir de día, aletargada tal vez por las malas noticias. Bajo sus pies, los restos de una hoja de periódico amenazaban con añadir una más al mustio mes de enero de 2012. Pero un viento del Oeste giró el papel y entrevió aquel titular, como un espejismo en medio del desierto, como un oasis en el árido presente: "Esperanza Aguirre y Ana Botella, dispuestas a construir Las Vegas en Madrid".
Apretó su puño alrededor de aquella hoja, que guardó como un amuleto en el bolsillo trasero de sus desgastados vaqueros. Por fin un futuro. Por fin una promesa. "Nada ocurre que no esté escrito", dijo, parafraseando a John Wayne en El Álamo. "Sólo hay que dar tiempo al tiempo".


06 abril 2010

Bendita tú eres

Dios te salve, querida, llena eres de vida. Profetas, escribas, desnuda y vestida, todos aquellos que miran arriba, esos mortales que amaron un día; todos lo saben, palabra divina. Sagrada escritura, verdad revelada, luz de las alturas, la fe te proclama. Eres el fuego que ardió en Galilea, la madre del Zeus que engendró a Atenea, Pachamama, Pangea, Brahma, la Idea. La esencia del Karma, la causa primera. Si Dios es amor, qué duda queda. Eterna tú eres. Y que así sea.

05 enero 2010

Diez propósitos de Año Nuevo

1. No practicar ningún deporte. El ejercicio físico es la manera más fácil de mantenerse en forma. Por eso, como los retos fáciles son para los cobardes, yo pienso alcanzar el esplendor físico a través de la meditación y el descanso. Si no lo consigo nadie me podrá reprochar que al menos no lo he intentado.

2. Dejar de fumar. Teniendo en cuenta que nunca he fumado, este propósito cae directamente al saco de mis éxitos personales en 2010.

3. Apuntarme al gimnasio. Puesto que hay uno gratuito en mi comunidad de vecinos, ahí va otro logro ejemplar directo a la lista de la autorrealización.

4. Cuidar mi alimentación. No pienso desatender ni una sola de mis comidas, olvidarme de una sola de mis cenas, sustituir ni un solo aperitivo. Si yo no cuido a mi pobrecita alimentación, ¿quién lo va a hacer?

5. Prestar más atención a las tareas del hogar. Porque prestar menos es imposible.

6. Ser mejor persona. Tras lograr ser un mejor buitre en 2008 y un mejor cerdo en 2009, ha llegado el turno de exhibir al tercer y último animal que hay en mí.

7. Pensar más en los demás. Mientras pensar no cueste trabajo. Esforzarme por ellos nos lo plantearemos ya para 2011.

8. Empezar a fumar. Y así el segundo propósito tendrá aún más valor.

9. Dedicar más tiempo a mis hijos. Si tuviera a mi primogénito en este 2010 juro que le haré más caso que el año pasado.

10. Participar en alguna ONG. Por ejemplo, una cONGa de Jalisco.